jueves, 25 de septiembre de 2008

Antipresencia

Voces distorsionadas por el auricular/auricular que transmite mis malas intenciones/en momentos en que sueñas estar triste Estética literaria que desajusta la infame antipresencia de mi Ipod/ desgasta versos corroe textos disgrega frases y traba pensamientos/ pensamientos almacenados en un disco duro presuntuoso que hace las veces de cabeza algunas otras de adorno visual y otras pocas envía balones al fondo de la red/ red viscosa en donde yacen inactivos espermatozoides sin flagelo expulsados frente al monitor en una noche lúcida Cuelgo el teléfono sin terminar la comunicación... al otro lado de la linea como una buena joven emo decides al fin, ponerle fecha de caducidad a tu existencia.
La comunicación se abre nuevamente en senderos inhóspitos del messenger, succiono la blanca esperma que distrae y propicia la torpeza visual/aparecen inusuales calaveras que simulan una ejecución/adviertes un futuro fatal luego de ser declarada non grata/ Horas después recibo tu postal de defunción.

Charla con “El Colocho"


Yo: ¡Maldita sociedad de mierda!!! Te odio y te desprecio.

Dios: ¿Pero qué es esto? Ya pareces Paquita la del barrio. ¡Try again bitch!

Yo: Bueno ahí te voy…

Pestilencia se respira

Podredumbre en el ambiente;

¡Ese maldito olor del Trébol otra vez!

Yo con sed y sin agua.

¡Esta ciudad se está quemando!

Dios: Se está pudriendo

Yo: Lo que sea, ya me da lo mismo, mis congéneres son una vil mierda.

Dios: ¿Tanta es tu desesperación?

Yo: Sí, si pudiera me cambiaría de especie. Hay algo en esta mugre ciudad que no me gusta.

Dios: Yo en tu lugar cambiaría ciudad por mundo.

Yo: Tenéis razón… a veces tenéis razón. ¿Un diluvio no caería mal en estos tiempos, no crees?

Dios: Ya no acostumbro hacerlo, siento que pierdo el estilo. Ustedes a veces piden demasiado.

Yo: ¿Acaso no podes hacerlo?

Dios: De que puedo… puedo, que quiera, eso ya es cosa distinta. Decime ¿Qué queres? Tal vez queras ser un famoso escritor, de esos que toda la mara anda loca por leer, y si no es leer aunque sea poder comprar y presumir en la biblioteca personal.

Yo: ¿Podrías hacer eso por mí?

Dios: Seguro que sí, solo le marco al diablo, hacen un pacto y ya estuvo.

Yo: Mejor quedemos como estamos, hablamos luego, cuídame.

Dios: See you later

¡Hola gusano!


Es ese gusanillo malvado que no me deja en paz, que como un magnifico titiritero me mueve a su antojo. Mueve mi mano al escribir ésta línea precisa y ve atraves de tus ojos estas mismas líneas

-Han de comerme los gusanos cuando muera- Dice un viejo moribundo.

-Ya te comieron hace tiempo viejo- Le digo yo.

-¿De qué estás hablando muchacho?- Me pregunta asustado

-¡No te hagas el tonto mugre gusano!- Contesto

Ahora tu propio gusanillo se inquieta, no vayas a intentar sacártelo de encima, muchos antes ya lo han intentado y en el intento terminan terminándose.