domingo, 20 de diciembre de 2009

Tía Consuelo Reload



“Sé que no esta bien”

Tengo 17 años de edad. Hace tres años terminé con mi novio porque me engañó con otro. Me dolió mucho su traición y caí en depresión. El año pasado recibí la llamada de un amigo, que desde entonces no ha dejado de llamarme. Nos enamoramos. El problema es que esta casado, tiene seis hijos, es marero y le gusta fumar "piedra", sé que no está bien, y he querido alejarme, pero gana más el amor que siento por él. No sé cómo sacarlo de mi mente. Él dice que esta empezando a golpear a su mujer para tratar de dejarla y que por mí esta dispuesto a cambiar. Hace poco cambie mi celular, pero llamó al número de mi mamá para extorsionarla y además se enojó porque dice que estoy jugando con sus sentimientos. Realmente estoy confundida. Ayúdeme por favor.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Sé que es difícil retraerse el prepucio sin sentir placer,
creer que el mundo es justo, y no lo infame que parece ser.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Juventud Posmodernista



La costumbre de especular inicia a partir de una idealización de la generación inmediatamente anterior, que atragantándose de frustración evade cobarde la responsabilidad de transformación que alguna vez tuvo y despreocupadamente escupió a la alcantarilla del olvido. Ahora cae en la cuenta de lo que es y lo que pudo haber sido.

Me refiero a la juventud como construcción social a la cual a lo largo de la historia se le ha atribuido la responsabilidad de generar “cambios para un mejor futuro”.

Esto sin llegar a comprender que la gestación de una vida en sociedad digna es producto de un esfuerzo conjunto intergeneracional de carácter multiétnico, sin distinción de estrato social y con libertad de culto, en donde cada quien cumple con calidad su parte.

Vivimos el consumismo histórico, época que será siempre recordada por historiadores por el mercantilismo avorazado y sus más excéntricas manifestaciones, que van desde lo político-religioso hasta lo psicodélico-experimental. Esta tendencia neoliberal marca la pauta dentro de una sociedad intelectualmente decrépita y culturalmente animal.

El colonialismo cultural (la tele y las redes sociales como instrumento)
Todos viendo lo mismo, todo el tiempo/simultáneamente. Por todas partes los medios masivos reemplazando los intercambios reales de persona a persona.

Algunas cabezas haciendo interferencia. Pocas.
Quiero ser transgresor, rebelde y diferente. Blandiendo mi indiferencia como insignia de batalla me resigno a ser parte de la homogenización cultural, ¿No es una maravilla la era digital? El consumismo disciplinado casi militar con el que rendimos tributo a lo material. La orgásmica tecnofilia estilizada en el más novedoso artilugio: Un celular con cámara infrarroja para tomar escenas eróticas de poca iluminación, sirve también para depilarte los pelos del culo y además salta de canción cada vez que te tiras un pedo.

La odisea decadente crece mientras el celular es construido como un apéndice, un órgano más del ser humano, indispensable-vital del sistema de comunicación masiva.
Hay una sensación de vacío en el ambiente, es mejor encender la tele.