jueves, 30 de julio de 2009

¿Alguna vez has escuchado un grillo?

La automatización corriendo a mil mientras ciencias económicas se convierte en un ciempiés sin móvil, pero con mucho movimiento. Serpenteando las escaleras del edificio toda esa masa amorfa y su creciente codicia; queriéndose comer el mundo o por lo menos atragantarse con un banco.

Es desde un banco donde germina su profunda mezquindad. Protegidos por una débil ventanilla que les brinda todo ese poder burócrata que te eructan en la sien.

Ignorar al grillo no es un crimen.

Ataviados en corbatas o en su defecto por un sexy pantalón ajustado, se pasean galantes ejerciendo su tacañería acompañándose de un “almuerzo ejecutivo”.
El desden de su mirada se equipara únicamente con su creciente ambición, el exceso sedicioso deletreando do-la-ri-za-ción.

miércoles, 15 de julio de 2009

-¡Las zucaritas me valen verga!- Grité.

Pero el no entendía los decibeles de mi frustración. Estaba enjaulado en su walkman.

Insoportable y monótono, así describo el ruido que provoca tu nombre. La caminata acompañada de una excoriación en los huevos, al final resultó siendo útil.

martes, 14 de julio de 2009

La minuciosa introspectiva

Esperar la noche
cubrirse de silencio
desentenderse de uno mismo
y confiar en el desierto.

lunes, 13 de julio de 2009

Arrastrar los versos fuera cuando se resisten a la decorosa despedida.
Cada que esto sucede perdemos el estilo enfrascados en interminables discusiones.
Caprichos míos según llegué a escuchar mientras alguno gritaba a la orilla de la hoja.

Evolución Clitoriana


Inevitable. El hombre como fuerza sexual será relegado por las máquinas, los testículos marginados al desuso mientras el auge de la fertilización in Vitro va cobrando vigencia.

Llegaran los días en que las niñas visiten museos que exhiban enormes penes de plástico considerados como artefactos obsoletos, pero no por eso menos curiosos.

El pene condenado a la extinción, como un apéndice que no supo evolucionar al ritmo de las demandas de mayor capacidad, menos esfuerzo. Habrá desde luego mujeres nostálgicas que conserven algún recuerdo en cloroformo.

Probablemente muchos años después, los vestigios de testosterona almacenados en lo profundo, propicien la rebelión, el extraño crecimiento clitoriano que lentamente evolucione a un pene mejor adaptado.

Mientras eso sucede, yo modestamente me dedico a dejar buenos recuerdos.

Más allá del rencor
donde no alcanza la luz
levantare detrás de mí
las flores del destierro.

domingo, 5 de julio de 2009

Los Adioses



A Raúl Loarca

Te vas haciendo viejo cuando sentís que tus amigos se te van apagando entre las manos como estrellitas de navidad y solo te queda en el recuerdo un borrador de aquello que solían ser. Me encuentro en una etapa previa, en donde son los maestros quienes deciden marcharse sin voltear atrás.

Es duro y triste imaginar que su voz se coagulo, y solo la nostalgia de nombrarlos podría causar un inerte vestigio detrás de su ausencia. Resulta chocante no encontrarles donde debieran estar, como aquel objeto preciado que en el desorden de tu habitación desaparece sin decir adiós.

Probablemente haya sido un mal invierno para él, sus huesos eran frágiles, picados por el paso del tiempo. Vi su fotografía en el periódico sin llegar a reconocerlo, segundos después reaccione y busqué inquieto la historia, que por extrañas circunstancias del destino no apareció.

sábado, 4 de julio de 2009

Se te van agrietando los versos mientras las palabras se escabullen bajo la lengua.

El miedo aflige la rima raída que plasmaste la noche anterior.

Resquebrajándose en la mente el eco de tu inspiración

Será mejor lamer las heridas y recomenzar la expedición.

viernes, 3 de julio de 2009

Morder la brisa sin remordimientos
Escuchar el susurro de las hojas quebrándose contra su espalda
Aún nos quedan tantos charcos por saltar
Encontrar puertas y abrirlas por completo
Sumergirnos en anécdotas arrebatadas
Romper el viento con la sonrisa bien dibujada.

jueves, 2 de julio de 2009

Los Adioses

Imperativa se hace nuestra presencia
Amarillenta y cariñosa en un álbum familiar
Manoseada por dedos curiosos
Que sedientos de recuerdos
Logren satisfacer la nostalgia.