domingo, 5 de julio de 2009

Los Adioses



A Raúl Loarca

Te vas haciendo viejo cuando sentís que tus amigos se te van apagando entre las manos como estrellitas de navidad y solo te queda en el recuerdo un borrador de aquello que solían ser. Me encuentro en una etapa previa, en donde son los maestros quienes deciden marcharse sin voltear atrás.

Es duro y triste imaginar que su voz se coagulo, y solo la nostalgia de nombrarlos podría causar un inerte vestigio detrás de su ausencia. Resulta chocante no encontrarles donde debieran estar, como aquel objeto preciado que en el desorden de tu habitación desaparece sin decir adiós.

Probablemente haya sido un mal invierno para él, sus huesos eran frágiles, picados por el paso del tiempo. Vi su fotografía en el periódico sin llegar a reconocerlo, segundos después reaccione y busqué inquieto la historia, que por extrañas circunstancias del destino no apareció.